En el lugar había un cachorrito muerto dentro de una bolsa de cartón. Todos rodeados de hormigas y moscas, cabezas de cerdo, naranjas y otros restos.





Se los trasladó inmediatamente a un consultorio veterinario donde fueron asistidos y medicados. Sólo uno de ellos presentaba temperatura corporal normal, los otros dos la tenían por debajo de lo aceptable. Estaban deshidratados y desnutridos, con las encías blancas. Se les suministró antibióticos, antidiarreico, vitaminas y demás medicación por via subcutánea para intentar reanimarlos.



Lamentablemente fallecieron a pesar de todos los esfuerzos y esperanzas volcadas en su favorable recuperación. Fueron seres inocentes que no merecían sufrir de esta manera. La deshidratación junto a la desnutrición les quitaron la vida de la mano del acto salvaje de quienes los abandonaron a su suerte siendo tan chiquitos e indefensos.
Queremos creer que ahora descansan en paz, libres de todo dolor y sufrimientos.